Las personas con problemas de salud mental a menudo experimentan juicios o un trato injusto debido al estigma asociado a las enfermedades mentales en nuestra cultura. De hecho, el 90% de los californianos que viven con trastornos psicológicos declararon haber sufrido algún tipo de discriminación en un estudio reciente.
Los prejuicios y la discriminación suelen ser interiorizados por las personas con problemas de salud mental y de consumo de sustancias, lo que significa que empiezan a creer las cosas negativas que otras personas o los medios de comunicación dicen de ellas. Como resultado, muchas personas retrasan la búsqueda de ayuda. El estigma y la discriminación también pueden hacer que los niños abandonen la escuela, que tengan dificultades para encontrar vivienda o trabajo y puede impedir que las personas establezcan relaciones cercanas.
La salud mental nos afecta a todos de alguna manera. Así que tenemos que ayudar a crear comunidades seguras y solidarias en las que podamos hablar abiertamente de salud mental sin miedo y acceder al apoyo cuando sea necesario. Depende de nosotros.