Levántate contra el estigma

Ashley creció en un hogar con violencia doméstica y consumo de sustancias. A una edad temprana, la sacaron de su casa y la colocaron en un hogar de acogida, quedando finalmente al cuidado de sus abuelos. Desde muy pequeña se le diagnosticó un trastorno de estrés postraumático. Durante mucho tiempo, Ashley luchó contra una gran ansiedad, pero pensó que era "normal" y que ella era así.

Sabiendo que quería ayudar a otras personas que luchaban contra problemas de salud mental, Ashley comenzó su camino para convertirse en especialista en apoyo entre iguales. Cuando empezó a informarse sobre los diagnósticos de salud mental, Ashley reconoció muchos de los síntomas que se describían y se le encendió una bombilla: "Tengo ansiedad, no me extraña que me sienta como me siento todo el tiempo". "Tengo ansiedad, no me extraña que me sienta como me siento todo el tiempo"..

Ashley encontró alivio temporal a su ansiedad haciendo ejercicio, algo que sigue haciendo hoy en día. Sin embargo, el alivio que encontró en el ejercicio no fue suficiente.

"No me di cuenta de que los medicamentos podrían haber funcionado tan bien como lo hacen hasta que llegó un punto en el que me desesperé, estaba tan ansiosa todo el tiempo".

"La razón por la que tardé tanto en medicarme es por todas las cosas que se oyen, me hizo ser muy cautelosa a la hora de hacerlo, no tenía la mente abierta, pero cuando probé los medicamentos, me di cuenta de que me había estado sometiendo a tanto sufrimiento que era innecesario. Soy capaz de estar presente en el momento con mis hijos, antes de la medicación y la terapia sé que había momentos que me perdía."

Con la ayuda de la medicación y la terapia, Ashley ha llegado a tener una carrera de éxito manteniendo dos trabajos, a la vez que es una buena madre y está presente con sus dos hijos. Aún le gusta hacer ejercicio y disfruta haciendo cosas que le llenan el alma, como viajar y enseñar cosas nuevas a sus hijos.

Don es una persona entregada, apasionada por devolver algo a su comunidad y profundamente comprometida con su papel de padre, marido, hermano e hijo. Es muy activo en su comunidad, donde es entrenador de béisbol y desempeña múltiples funciones en el campo de la salud mental.

A lo largo de su vida, derivada de un trauma infantil, ha tenido un complejo historial de salud mental. A lo largo de los años se ha enfrentado a depresiones graves, ansiedad y psicosis, así como a encarcelamientos, hospitalizaciones y problemas de consumo de sustancias. El camino de Don hacia la recuperación ha sido un proceso de ensayo y error. Ha recurrido a diversos servicios de apoyo, como el tratamiento residencial, y ha dedicado tiempo a encontrar la medicación adecuada. Se ha rodeado de un grupo de apoyo positivo y, cuando ha tenido ganas de rendirse, ellos le han ayudado a seguir adelante.

"La medicación, los grupos de apoyo y seguir las sugerencias me han mantenido bien".

"Es muy importante señalar los puntos fuertes de las personas, sostener el faro de luz al final del túnel cuando puede que no lo vean".

Con las herramientas adecuadas, ha logrado cosas que nunca pensó que lograría: obtener un diploma de escuela secundaria, alcanzar una educación universitaria, trabajar para el Condado de Riverside y devolver a otros lo que están luchando. Ha dedicado su vida a devolver a los demás lo que le dieron a él.

"Pasar por lo que he pasado me ha hecho resiliente, me ha dado esperanza de que puedo conseguir cualquier cosa".

"Me siento muy cómoda compartiendo mi experiencia vivida con los problemas de salud mental porque la gente que compartió conmigo sus experiencias vividas fomentó la esperanza".

Pedro se considera un servidor de corazón, ya sea en el trabajo, en casa, en la comunidad o con personas en recuperación, ayudar a los demás es lo que llena su copa. Le gusta tomar una taza de té, leer y escribir en su diario. Son las pequeñas cosas las que le dan alegría y su viaje a través de la recuperación le ha llevado a apreciar y reconocer más estas cosas.

Su trayectoria no ha estado exenta de dificultades. A lo largo de su vida, sufrió 16 años de adicción, dos intentos de suicidio, múltiples hospitalizaciones psiquiátricas y dos diagnósticos de salud mental. A pesar de ello, Pedro no deja que estos momentos le definan.

"He llegado a creer que soy mucho más que lo que me pasó o mis diagnósticos, independientemente de lo drástica que pueda parecer mi experiencia".

Antes, Pedro caminaba como si midiera "3 metros y fuera a prueba de balas", pero ahora comprende la importancia de aceptar su salud mental y de empatizar con las experiencias de los demás. Cree que todo el mundo libra sus propias batallas y subraya la importancia de no ser nunca un obstáculo en el camino de los demás.

"A todos nos pasa algo. No todo el mundo necesita servicios, pero todo el mundo tiene una lucha, ya sea externa, interna, matrimonial, económica, espiritual, todo el mundo está en una batalla consigo mismo o con lo que sea esta cosa llamada vida."

"Que yo experimente el mundo de otra manera no me hace diferente a ti".